Primer rayo de luz sobre mis ojos, aproximadamente 7am, se filtró tan profundo de mis pupilas, que me hizo abrirlos. Una gran luz intensa, pero el cuerpo responde rápidamene y cierra el obturador orgánico para evitar la ceguera.
Sin gafas, pequeñas lagañas en primer plano, se va aclarando mi visión, más nitido, colores y estaba ahí la primera imagen del día, una marquesina de Starbucks. Parece que mis ojos conspiraban con mi estómago, mi paladar y nariz para recordar que no debía perder la costumbre del día, un rico y sustancioso café.
Es extraño pensar como un café era la prioridad de hoy antes de preguntarme ¿dónde estoy?, claro que después vino la respuesta, sin antes darme el gusto de esa deleitosa fantasía del primer sorbo mmm... es como dar el primer beso, nunca sabes lo que te espera, no sabes que sabor tendrá, tal vez sea dulce,amargo, demasiado líquido, cremoso, decepcionante o te quedes con ganas de otro.
Por eso me gusta el café, ahora es mi hobby, la cafeína es parte de mis venas, ese olor tan agradable, la consistencia, su textura y el impredecible sabor.
Son las 10:14 am aún no he llegado a mi destino ni tampoco ese sorbo ha llegado a mí.
Lo esperaré hasta que sea el momento adecuado